:: El olvido solo fue un capricho imposible de lograr ::

Escritos descritos por Aüd!räk mOody

sábado, 26 de mayo de 2012

Capítulo 2 :: Desorientación (Pt.2)


los pensamientos volaban dentro de su cabeza, el sonido de los autos en la avenida principal tranquilizaban el estado alterado de Lepra, disfrutaba esos momentos, esos instantes que el sonido opacaba el ambiente. Se dirigía caminando en sentido contrario, ningún rumbo, ningún destino, ninguna maldita idea de saber a donde acudir, pero lo mas preocupante era conseguir dinero para sobrevivir esa noche.

pocos candidatos y ninguno posible, Fatal había desaparecido unos días después de haberle visto en E.P. (Esquina Privada) nombrada así, puesto que se podía prostituir en esa zona sin ninguna interrupción de los oficiales a menos de que la razón fuera por sexo, lo cual era muy frecuente, a todo policía se le conocía en aquel lugar, todos buscaban las variedades que noche tras noche, estaban a la espera de la diversión. Hibrido había dejado totalmente claro que no quería volver a verle y el último  era un hecho, Fauno estaría bajo la custodia de su padre el Jefe.

¡Su padre!-se exaltó- ¿Me estará siguiendo?

apenas comenzando la marcha a prisa, un automóvil se para de manera que lo sigue al ritmo del paso de Lepra, esté voltea hacia la ventanilla que va bajando ligeramente, se inclina un poco al momento de detenerse, la voz de adentro le dice – Vamos a dar un paseo – sin dudarlo se acercó de prisa a la ventanilla, se sorprendió al ver a Ápice, quien había salido de la ciudad una larga temporada,  enemigo de ninguno y conocido por todos, era él el hermano mayor de Fatal.  Lepra subió al auto, Ápice le ofreció una cerveza, indicándole donde estaban, al agacharse unas monedas cayeron rodando bajo el asiento, Lepra continuo con el intento de zafar del empaque aquella lata plateada, la cual fue a parar en el mismo lugar que estaban sus monedas, resultado de ejercer fuerza innecesaria al tomar la cerveza. Se inclino un poco más para alcanzar la lata, pero lo que encontró su mano a tientas, fue el mango de una pistola - ¿Qué intentas hacer con esto? – dijo al sacarla, se reincorporo y mirándole a los ojos, comprendió.

-          Necesito encontrar a Fatal, volví hoy por la mañana, sé que lleva desaparecido días y sé sobre la traición que tomaste- Respondió Ápice.
-          Sabes que no soy capas de hacer eso.
-          Lo sé, pero necesito que me ayudes.
-          Te puedo decir donde puede estar, pero no puedo hacer más, tengo mis propios problemas que no debo descuidar.

pisó el acelerador, adentrándose a la zona. Lepra bajo en el Callejón, un edificio abandonado, el cual lo adaptaron el grupo de prostitutos con los que él se relacionaba, un lugar que servía  por lo menos para meter ahí a los clientes que no llegaban en carro, como también haciéndolo el punto de reunión para drogarse. Entró al lugar, subió hasta la tercera planta, a su paso las telas semitransparente, dejaba ver a los cuerpos de aquellos señores lujuriosos que si por ellos fuera la mayor parte del día estarían ahí, satisfaciendo fantasías. Llegó al fondo del pasillo, se paró frente la habitación que tantas veces lo oculto de toda inmundicia de su vida, para centrarlo en un solo producto que le proporcionaba un impulso para sobrevivir. Y entró, como aquel que entra en la pesadez del ambiente, por un instante creyó estar en la calidez de su habitación, en casa de sus padres, casa que no ha vuelto a ver hace ya tres años, pero solo fue un simple y fugaz pensamiento, un viejo sentimiento.