:: El olvido solo fue un capricho imposible de lograr ::

Escritos descritos por Aüd!räk mOody

lunes, 10 de octubre de 2016

:: Sentimientos ::

Se entrelazaron palabras y entre ellas no hubo algún impulso de arrepentimiento,
nos concentramos en hacer para cada uno el mejor de los instantes que pareciera eterno, 
así el silencio se fue desvaneciendo, así los sentidos abnegados se fueron perdiendo, 
para reencontrarnos entre el alba de un amanecer, enredados entre caricias y algunos besos,
adheridos desde el mínimo roce de la piel hasta el punto máximo de apreciar el nuevo sentimiento.

Fuimos capaces de aceptar errores del pasado, comprendiendo que el ahora es nuestro momento, forjando historias dedicadas exclusivamente a innumerables sentires de día, noche y desvelos,
nos dimos la oportunidad de recrear acciones que fortalecieran razones de continuar sonriendo, 
y entre algunas complicaciones no hubo una sola que desviara la confianza del acierto.

Así al ritmo imparable de algún desconcierto del tiempo, fuimos avanzando sin temores ni silencios,
donde el nosotros se estableció indefinidamente sin perturbaciones ni un solo descontento, 
porque al sabernos enteros, justos y en totalidad completos, no existió ningún sentimiento en destierro, porque a un año de diferencias naturales no hubo cavidad para sentirnos insatisfechos.

Nos costó acostumbrarnos a irregularidades y apreciar que esas pequeñas diferencias son solo un punto de referencia incapaces de hacernos desiguales, impulsándonos a un continuo descubrir y modificar para hacer de este inigualable sentir algo que va más allá de lo placentero. 

Por ello y sin contar aquello qué haces resurgir logró ser capaz de divulgarle al viento lo tanto que te quiero, lo mucho que has devuelto. Por eso al día de hoy sin trémula voz le recitó continuamente a la luz del sol todo lo que en mi floreció a base de los continuos besos.

Así sin una pizca de temor me dejo envolver entre cada una de tus palabras, vuelvo a sentirme completo, sabiendo que vivo inclusive en tu interior como lo único ser que se transforma en complemento, porque eres de igual manera para mi y en todo mi alrededor eso que se dice amor, 
que hace vibrar al corazón incapaz de ser alguna guajira ilusión de abstracto deseo.

Eres y logras hacer del tiempo la razón de existir sin preámbulos externos.


Aüd!räk Oo

sábado, 18 de junio de 2016

En proceso ed*

Si me lo permites, gustaria tomarte de una mano y llevarte hacia el aire que refresca mis memorias y podría complacerte con alguna ingeniosa creación literaria partiendo del brillo que cubre ese esquisito café en los que viven tantos anhelos y deseos de un no lejano por venir.

Si me lo permites miraría cada línea que conforma tu rostro, lo haría mi musa y planearía miles de historias donde esa dulce sonrisa fuera punto clave de cada una. 

Porque veo en ti no sólo belleza física sino aún más allá que la interior;
porque puedo decirlo al viento, al cielo y entre algunos sueños que estoy enamorado de tu manera de dar amor.

Si te lo permito me elevas entre brazos, besas, abrasas y siempre sonríes; continuamente estas en cada uno de mis pensamientos, eres algunas veces impredecible pero a estos años es tan grato aprender de ello. 

Si te lo permito me tomas de cuerpo entero, mezclamos valores, formamos un compás alrespirar y sin miedo en los labios y la seguridad firme, me dices que te gusto, y sé que ese gusto abarca miles casi incontables de cosas que hemos convivido, transformado, y hecho para una paz de estados desorbitados . 

Sé que algo vez en mi que te impulsa y te lleva por lugares desconocidos, que soy algo distinto a eso de mostrarse sencillo, conoces y aceptas una a una mis emociones, tolerando los pequeños desórdenes y perturba tes momentos de descontrol.

Si nos lo permitimos continuaríamos fortaleciendo ya este sendero que llevamos recorrido, si nos lo proponemos podríamos darle un poco de ilusión a esperanzas necesarias. 

jueves, 10 de marzo de 2016

La banca de metal



Fue inútil la espera eterna en la banca de metal que daba a la primera sección del parque donde se miraban los arboles más grandes y viejos, de esos de tronco grueso y despellejado, maltratado por los enamorados que escribían sus iniciales en el pasado, nadie sabe sus nombres, ahora solo son marcas encerradas en formas de corazón, algunos rayados de algún desprecio por el amorío que dolor hubiese causado.

Ella mira el pequeño picnic a lo lejos de una juguetona pareja, de muchachos. Sonrío y miro el reloj, el tiempo se le volvía lento, terriblemente lento, una eternidad cada giro de la manecilla del reloj. Pensando si realmente valdría la pena esperar, ya que esa no era la primera vez, destinada a escuchar las mismas escusas de siempre.

Él tranquilo caminaba en dirección al punto acordado, a pesar del retardo habitual, sabiendo que ella siempre esperaba, ¿Qué le daba tal seguridad? Ni el mismo lo sabía. Mirando el móvil, escribiéndole los mismos mensajes de falsa esperanza, mandándole fotos a esa nueva chica, que bien sabía podría conquistar, mintiéndole con lo feliz que sería ella con él.

El joven la miraba, al acercarse y le parecía angustiada, sin embargo pareciera que no estaba preocupada, seguramente esperaba a alguien, seguramente no podría abordarla, a cualquier vano intento aquel llegaría, pero a pesar de ello y pasar frente a ella, no se atrevió a dirigir siquiera un saludo, solo se sentó a su lado, fingiendo mirar su móvil y en él reflejando el rostro de ella. Pareciera que ella le sonreía, pero era en realidad una distorsión visual.

Ella noto su presencia, más no le dio tanta importancia, su mente vagaba entre todas aquellas ocasiones que padecía de lo mismo, volteo de un lado a otro en busca de él, y en un leve descuido miro al joven pensando que el también estaría esperando a alguien, se le escapo una sonrisa,  ya que él se encontraría en la misma precaria situación, el eterno esperar.

El joven nervioso, volvió a mirar el reflejo que le seguía sonriendo, solo que esta vez ella era quien sonreía de verdad; en un impulso de adrenalina se armó de valor para hablarle, pero ninguna palabra salió de su boca. Solo respondió a la sonrisa con un torpe gesto encogiéndose de brazos. Entonces sintió que ella le tomó importancia a su vaga presencia.

Ella soltó una risilla coqueta al extraño gesto de aquel joven, fue entonces cuando sus miradas permanecieron mirándose una a la otra, ahora el coqueteo se entre mesclaba a través de sus redondos ojos de color, hermosos; como la mirada jamás antes vista. De pronto el tiempo ya no pareció importante, solo quería seguir mirándole y un nuevo gesto pinto sus caras, ya no había angustia ni impaciencia, solo un agradable encuentro.

El joven pregunto por fin, con voz segura -¿A quién esperas? ELLA RESPONDIO -.- ….
-          Esperaba, ya no espero.
Entonces el joven comprendió, y sin titubeo dijo – ¿Estas lista? Vámonos. Ella solo se limitó a tomar su bolso, tomo de su brazo y a la par se levantaron de aquella vieja y oxidada banca de metal.

A lo lejos él diviso que aquella banca donde ella siempre le esperaba, estaba vacía, se extrañó de no verla; le marco sin obtener respuesta varias veces lo cual le hizo decidir mandar un texto que después de un tiempo ella respondería.

-Lo siento ya no podre esperarte más.

:: Audirak mOody & Murataya ::