Sonó de repente el sonido de la
alarma en su móvil, abrió los ojos dejando entrar la luz que a sus pupilas dilató,
con esfuerzo levanto su cuerpo débil de aquella cama de blancas sabanas, donde
la noche anterior, el sudor, la excitación y un acelerado latir del corazón, lo
mantenía incongruente con la ayuda de alcohol que provoco mantenerlo resistente
al sexo depravado con aquel sujeto de traje negro. Volteó a su costado y aún seguía
aquel cuerpo desnudo agotado a su lado, quiso y deseo recordar por lo menos las
últimas horas en las que han sido responsables de esa sensación de desprecio autónomo;
se levantó con pasos pausados y logro llegar al sanitario, se miró en el
espejo, y se mostró en su reflejo un rostro que ni el reconocía, largas líneas debajo
de sus ojos, arrugas de un cansancio de trasnoche que se han acumulado.
Cerró la puerta con seguro, abrió
la regadera, introduciéndose lentamente entre el agua, se escucharon los golpes
contra la puerta de la habitación de hotel donde se encontraban; cerró la
llave, quedándose quieto, guardo silencio. Los golpes cada vez se escucharon
más fuertes, y una voz que en el exterior gritaba con furia:
- fauno habré la maldita puerta de una vez. El
Jefe quiere verte ahora mismo.
lepra, abrió con cuidado la
ventanilla que daba hacia la calle, se deslizo por ella y desnudo comenzó a
correr por la calle cuesta abajo, doblando la esquina, siguió hasta llegar a
casa de Hibrido, tocó desesperadamente, hasta que la puerta se abrió, entró
sudando y con el miedo invadido por cada parte de su escuálido cuerpo.
-
¿qué es lo que haces aquí?
- han llegado al hotel, deje a Fauno en la
habitación.
-
¿fauno? Te has metido con el hijo de El Jefe. ¿Sabes acaso del problema en el que te
has metido?... Toma la ropa que quieras, pero lárgate de aquí lo más rápido que
puedas, que no quiero llegar a tener que más problemas por tu culpa. ¿Cuántas veces
han sido?
- bastantes pero ¿Problemas? Pero si te están buscando
por darle a Fatal drogas para vender en su territorio.
-
¿tú como sabes eso?
- no hay mejor droga que la que rondan en sus manos,
las demás están completamente de mala calidad. Vendrán pronto por ti.
- es mejor que te largues de aquí, de una vez, mis
problemas los puedo solucionar solo.
le aventó un pantalón
ruido, unos tenis desgastados, una camisa descolorida y lo empujó hacia la
puerta. Cerró con fuerza, y quedo perplejo, pensando en lo que podría suceder
en los próximos minutos, corrió hacia la habitación donde la mercancía se
encontraba en paquetes envueltos, los tomó, los guardo en un maletín, y
desesperadamente busco entre la desorientación de esa mañana que poder hacer,
para salir con vida después de esa interrupción informativa de Lepra.
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