:: El olvido solo fue un capricho imposible de lograr ::

Escritos descritos por Aüd!räk mOody

jueves, 10 de marzo de 2016

La banca de metal



Fue inútil la espera eterna en la banca de metal que daba a la primera sección del parque donde se miraban los arboles más grandes y viejos, de esos de tronco grueso y despellejado, maltratado por los enamorados que escribían sus iniciales en el pasado, nadie sabe sus nombres, ahora solo son marcas encerradas en formas de corazón, algunos rayados de algún desprecio por el amorío que dolor hubiese causado.

Ella mira el pequeño picnic a lo lejos de una juguetona pareja, de muchachos. Sonrío y miro el reloj, el tiempo se le volvía lento, terriblemente lento, una eternidad cada giro de la manecilla del reloj. Pensando si realmente valdría la pena esperar, ya que esa no era la primera vez, destinada a escuchar las mismas escusas de siempre.

Él tranquilo caminaba en dirección al punto acordado, a pesar del retardo habitual, sabiendo que ella siempre esperaba, ¿Qué le daba tal seguridad? Ni el mismo lo sabía. Mirando el móvil, escribiéndole los mismos mensajes de falsa esperanza, mandándole fotos a esa nueva chica, que bien sabía podría conquistar, mintiéndole con lo feliz que sería ella con él.

El joven la miraba, al acercarse y le parecía angustiada, sin embargo pareciera que no estaba preocupada, seguramente esperaba a alguien, seguramente no podría abordarla, a cualquier vano intento aquel llegaría, pero a pesar de ello y pasar frente a ella, no se atrevió a dirigir siquiera un saludo, solo se sentó a su lado, fingiendo mirar su móvil y en él reflejando el rostro de ella. Pareciera que ella le sonreía, pero era en realidad una distorsión visual.

Ella noto su presencia, más no le dio tanta importancia, su mente vagaba entre todas aquellas ocasiones que padecía de lo mismo, volteo de un lado a otro en busca de él, y en un leve descuido miro al joven pensando que el también estaría esperando a alguien, se le escapo una sonrisa,  ya que él se encontraría en la misma precaria situación, el eterno esperar.

El joven nervioso, volvió a mirar el reflejo que le seguía sonriendo, solo que esta vez ella era quien sonreía de verdad; en un impulso de adrenalina se armó de valor para hablarle, pero ninguna palabra salió de su boca. Solo respondió a la sonrisa con un torpe gesto encogiéndose de brazos. Entonces sintió que ella le tomó importancia a su vaga presencia.

Ella soltó una risilla coqueta al extraño gesto de aquel joven, fue entonces cuando sus miradas permanecieron mirándose una a la otra, ahora el coqueteo se entre mesclaba a través de sus redondos ojos de color, hermosos; como la mirada jamás antes vista. De pronto el tiempo ya no pareció importante, solo quería seguir mirándole y un nuevo gesto pinto sus caras, ya no había angustia ni impaciencia, solo un agradable encuentro.

El joven pregunto por fin, con voz segura -¿A quién esperas? ELLA RESPONDIO -.- ….
-          Esperaba, ya no espero.
Entonces el joven comprendió, y sin titubeo dijo – ¿Estas lista? Vámonos. Ella solo se limitó a tomar su bolso, tomo de su brazo y a la par se levantaron de aquella vieja y oxidada banca de metal.

A lo lejos él diviso que aquella banca donde ella siempre le esperaba, estaba vacía, se extrañó de no verla; le marco sin obtener respuesta varias veces lo cual le hizo decidir mandar un texto que después de un tiempo ella respondería.

-Lo siento ya no podre esperarte más.

:: Audirak mOody & Murataya ::