mientras mis dedos juegan suavemente y
delicado entre tus cabellos, revolviendo los sueños guardados y acumulados que
viven entre ellos, reconozco sin titubear el como amo mirarte a la luz de un
nuevo día, dormido, pasivo, perdido en algún
magnifico sueño, en ilusiones, fantasías, todo un misterio; te veo, te
observo y crecen insaciables mis ganas de basar tus labios, compartiendo el
mismo calor que habita entre las sabanas, rozando tus piernas, llenándome de tu
cálida presencia.
hoy amaneció esa fuerte emoción de
abrazarte, acercarme a tu oído y decir en susurro un “te quiero” seguido de una
voz con más fuerza, alargando un “te amo”. Mientras la sonrisa de mi rostro no
desaparece, ni mis manos se detienen, rozan tu hombro, se deslizan en tus brazos,
adorando tu desnudez, inhalando tu aroma; no dejando lugar a la sombra, quiero
apoderarme de ti, adentrarme hasta en tu respiración, llenarte de afecto,
brindarte todo mi tiempo.