:: El olvido solo fue un capricho imposible de lograr ::

Escritos descritos por Aüd!räk mOody

viernes, 14 de abril de 2017

Dices ven



Me dices ven con un simple ligero movimiento, me lo dices a distancia y en silencio, me lo pides con la profundidad de una tierna mirada, encontrándonos de extremo a extremo pero incluso ello, no puede impedir la facilidad con la que puedo perder la razón en su totalidad, no hay otra manera de distorsionar el ambiente ni de parecer un pobre loco enfermo tras ver el brillo en los ojos, tu delicada sonrisa, inclinada y sensual.

Me lo podrías decir en vos a grito, en desahogo repentino, en un expulso verbal, con ideas e ideales surgiendo, flotando, evaporándose y desapareciendo en la nada, lo podrías decir en tono suave o agudo, trémula o firme, y sin contenerlo o sujetarlo pronunciarías todo aquello que llevas dentro, cada pensamiento varado en silencio, todo lo no dicho y abnegado; lo que se ha ido oxidado, lo que fue en su momento algo más que dolido, aquello que terminó por ser además de débil algo totalmente inútil, no valido y mezquino; así como toda precipitación que te ha derrumbado entre el miedo, la soledad y el vacío del destino.

Sabes sobre lo que hay que hacer, sin embargo dudas y en desventaja se altera el proceso, pones al el tiempo en juego, las trampas en tal situación no encajarían en total percepción; se hundirá otro sentimiento y sabes lo que pesa llevarlo dentro, disimularlo no dará solución, y quien lo escucho sabrá que hacer con él, si guardarlo en las profundidades de "en alguna ocasión" o divulgarlo a oido tendido dispuesto a escuchar murmullos ajenos, de oportuna ocasión.
  
Me dices ten en el mismo instante que cuesta abrir mis ojos hacía la nublada mañana, me acompaña tu ausencia presente como siempre en los momentos de plena soledad, soy el bulto bajo sabanas de incredulidad, respirando calmado y profundo; es ahí cuando me siento injusto, y me envuelve por completo esa típica ansiedad, que nubla los sentidos, me encierra bajo su vigilo, provocando otra inestabilidad.
  
No logro siquiera desenredar la absurdidad de esta acumulación de pensamientos bañados de sentires, me vuelvo preso de mi mismo, la sudoración comienza a humedecer la tela que cubre la almohada, me encierro en irracional temor, odiando al tiempo por  un amor de menoría que no logra avanzar al compás de mi ritmo cardiaco; me esfuerzo para tranquilizarme mientras vienen ráfagas del ayer donde.

Me das un beso, una caricia y de cualquier forma siempre logras crear una un efecto anti-natural, me envuelves en un roce, en un tacto, ya sea de tus manos o el grosor suave de tus labios con los que yo sé que eres capaz de profundizar, de llegar por caminos desconocidos, quizá a tientas e ignorando cualquier peligro existente en mi realidad, te vuelvo parte de un silencio a manera de secreto que jamas podrás controlar.

Me inclinas hacia una sola opción y entre los detalles, son tus manos quienes acarician lo letal.