Y me enredo en ideas, en estupidas y guajiras ideas que se acumulan, se amo tan entre ellas procurando recrearte, atraerte a mis días, sentirte en el aire, respirarte en mi piel y saber que no perteneces a esta soledad infinita. Pero vuelvo a mentirme, quizá a humillarme; a justificar este sentir que refuerza y debilita, cuece, hiere profunda , puntal e imprudente sin prisa.
Es hoy un espacio entre nosotros, una brecha que separa y libera los deseos escondidos entre frases de olvido que corrompen nuestros instintos. Somos incapaces de contruir algo firme, resiste y masiso, quizá por indiferencia de los rastros de un comportamiento no comprometido.
Hoy disuelves palabras con un gusto adesquició que retumban paredes moreteando la espalda, soy tan dócil a tus caprichos que importa poco lo que hagas o deshagas.
Sin embargo corrompes a desliz cada uno de mis actos, esforzándote en controlar perversa y sutil, los disgustos sabor a hiel, remarcados del pasado.