me sabe a tristeza, me sabe amargo; me suena a olvido, me suena a silencio. Aquí donde tu adiós me dejo anestesiado por dentro, donde la luz no encuentro, donde tus ojos no volvieron a abrir, donde aquel brillo nato se perdió, como mi gran estúpida esperanza de volver a verte sonreír.
mi peor miedo vienes a serlo tu, haciéndolo realidad, mi único anhelo me lo volviste a arrebatar. Te veo en la oscuridad de mis párpados, en los rincones escondidos de mis sueños y hasta algunas veces te suelo escuchar en mis pensamientos.
o rondar sigiloso por los escombros del secreto, por los limites de mis sentimientos.
en ti nació la inspiración; y en el ultimo respiro, renació la necesidad de encontrarte aquí.
me dueles en las palmas de las manos, en el silencio que nos envolvió por años y en la indiferencia del pasado, pero te escucho en el silbido del aire, en las horas bajas o rascando mi almohada.
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