:: El olvido solo fue un capricho imposible de lograr ::

Escritos descritos por Aüd!räk mOody

jueves, 19 de septiembre de 2019

La Banca Blanca


uno al lado del otro, como en teoría debió haber sido siempre así, en momentos mirándote, algunos de ellos no veo en tu mirar ya mi reflejo, hay detrás de tu mirada una absoluta fijeza, aparentemente muestras  una postura relajada, dispuesta y consciente; la comodidad se percibe a nuestro alrededor,  sentados en la banca blanca algo nos libera. Me permite apreciar la simpatía en tu rostro, como  mi gusto por tus labios, los que no volveré a besar por un largo tiempo, hablamos, te escucho, nos miramos y mi corazón asimila lo que ya estaba deducido, quisiera tocar tus manos, tomarlas y darles un beso y solo logro centrarme en otros puntos para hacer de esta situación algo serena y madura.

¿Cómo se sintió el silencio tras tus labios? ¿qué sabor ha dejado para estos momentos? ¿a valido la pena degustarlo durante este tiempo? ¿realmente es equivalente al que degustaron de mil labios? 

tus labios por mi parte los tuyos han sido aquellos casi moldeados para un enfrentamiento lengual, son besos que hacen bien, tranquilizan, relajan, divierten, tornándose siempre en una sonrisa al finalizar. De ellos me gustan sus besos, me enamoran, me elevan; mas su silencio nos ha llevado a este punto, donde tú ya no estarás tan cerca como el recuerdo intermitente que viene de repente en estos últimos días de tu inevitable ausencia para estos días callados mientras en otros tipos de silencio reapareces, sin nombrar en los otros tantos que haces falta. Mis silencios sin embargo son como esos que se meditan sentado en el suelo con los pies descalzos de frente al aire que pasa por el balcón, silencios que se consumen igual al hilillo de algún cigarrillo como el que fumó en el momento que es quebrado tu silencio, tus secretos, los misterios, el porque de tus actos, de las acciones, de tus ideales, de tus pensares. 

trozaste el silencio consumidor de un amor que fue en declive durante largo tiempo, años en total desequilibrio, esfuerzos vanos para un resultado evidente de un tiempo para acá; trozaste el silencio de la misma forma como lo hiciste con este sentirme querido, protegido, comprendido. Me hiciste trampa, me hiciste daño y suficiente dolor entre cada palabra antes dicha, hoy no, hoy me dedico a escuchar tu parte aun cuando a mi mente absurda revive recuerdos entre los intentos de cada repelente toque mínimo a mi persona fueran en aumento, entre cada farsante sinceridad proclamada de tu parte, me diste un golpe justo, bajo y directo. 


te he soltado si es que esta vez existió algún tipo de amarre, lazo o cadena. Nos dejamos libres, sin rencores innecesarios, sin un perdón pronunciado, solo un breve silencio razonando y comprendiendo las circunstancias, los motivos que nos fue arrastrando a un juego donde se rompieron e ignoraron todas las reglas así como esperanzas fracturadas durante los últimos años, nos damos un espacio para ser cada uno ese ser independiente que no se supo ser en su momento. 

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