en algún momento de la vida; abrazar la almohada y tomar pose de feto en la cama, es como sentir estar en el lugar más seguro del mundo, mientras la abrazas, te preguntas porque demonios has dejado de ser plácidamente capaz de ser feliz cada día. Pero la rutina diaria, el centrarte en el mundo podrido, y sonreír sin ganas a las personas que te rodean, te hunden mas en la mísera mierda de la ciudad.
hoy tuve un intento de suicidio moral, como siempre las prisas hicieron que botara sus garras junto con las cobijas, dudo que al volver a casa esta noche lo encuentre, es misteriosamente impredecible, pero por si acaso, me compre una caja de chocolates, para pasar la noche recordando días de conformidad pasajera.
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