:: El olvido solo fue un capricho imposible de lograr ::

Escritos descritos por Aüd!räk mOody

sábado, 1 de agosto de 2015

Abstraído

vienes ausente de ti, perdido entre el efecto evidente que se fija profundo en la oscuridad de tus pupilas, la dilatación muestra otro rostro, otro ser, el cual guarda en su oscuridad inmensa la tristeza en recelo por no ser comprendido.

t
u mirada refleja un brillo cristalino cubriéndolo todo, mostrando un cansancio, un vacío, una ausencia que me deja ver que ni siquiera te encuentras ahí frente a mí. Sé que lo estas físicamente más tu mente divaga, vuela, viaja, se transporta y se deja llevar por los sonidos, entre los ritmos, entre los deseos lucidos y omitidos de algún ayer.

e
s en tus manos donde la ansiedad crece se libera y me toman con gozo, un poco con delirio; nuestras ropas se arrugan, nos estorba la tela, la respiración se torna insaciable, nuestros labios humedecen la piel en recorridos entre la oscuridad; van dejando rastro del brusco andar.

v
allamos humedeciendo cada uno de los rincones más cómodos de esta rectangular habitación, puedes arrancar mis prendas, ya lo has hecho en otras ocasiones; solo que hoy me besas y no es solo los labios o un costado del cuello, lo recorres suavemente, bajas, subes, me haces disfrutar la manera en como la disfrutas tú. Me inclinas con las llenas de tres dedos, me recuestas y es cuando puedo liberar mi ser, sintiendo tus caricias, cerrando los párpados.

m
is ágiles dedos desabrochan uno a uno cada botón de tu camisa, es mi cuerpo quien apetece rozar la calidez y humedad de cada parte de tu piel, de tu cuerpo, de ti.

l
a brusquedad es algo nato en estos instintos feroces de éxtasis y ansiedad, un cierto placer violento dedicado a complacer deseos entre los movimientos, la extrema flexibilidad de las maniobras que obra tu cuerpo. En un pequeño soplo del viento tus labios amo oído pronunciaron casi para el silencio: deseo que estés dentro de mí.

a
sí la situación me llevo a conocer de ti el rostro a media noche, ver de él los gestos de sentirme dentro, de unir los cuerpos, de la caricia suave entre las pieles.

e
l silencio solo privaba los pensamientos que rondan la cabeza y es trozado por los alterados respiros quebrantados a la aceleración de mutuos cuerpos; son nuestros labios besadores insaciables; son nuestros suspiros liados al acto y los gritos ahogados en los adentros de una almohada.

h
emos llegado al punto de ser uno, puedes hacer y deshacer lo que gustes de mí, en cambio yo puedo manejarte de la manera que mejor me plazca. Pensaba mi mente cuando de repente noto que estas paredes son demasiado cercanas, esta habitación no parece ser lo demasiado grande para nuestras aventuras de madrugada.

s
oy de ti lo que tú me has permitido convertir, eres tú en mi lo que desde infancia he callado, y eres hoy parte del sudor impregnado en las sabanas, eres la mezcla perfecta entre saliva, besos y deseo; entre caricia, sexo y secreto.

el tiempo se nos acorta, nos delimita y aunque hemos sido parte de él, o lo hicimos parte de nuestro encuentro; tomaras tus cosas como de costumbre, te vestirás, quizá se prenderá la luz, nos fumaremos un cigarro, habrá una breve charla y te marcharas, sin tener que decir cuando regresaras, porque sabemos que lo harás. 

la noche se lleva tu aroma, tu presencia y es el viento quien te empuja, te aleja paso a paso, sigues derecho el camino, resopla en tu mente todo pensamiento, quizá te sientas completo, quizá aún continúe el hueco pectoral; quizá simplemente el aire refresca tu ser, te sientes satisfecho y se dibuje en tu rostro un gesto alegre.

e
xisten miles posibilidades de aquello que te mantiene sereno, tranquilo vulnerables a ser retransformado, existe también una negativa a no volverlo a hacer, o no volver nuevamente, cuando la necesidad te atraiga a mí.

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