he tenido esa extraña sensación de
desahogar mi mente corrosiva en lienzos de algún mural que logre llamar tu
atención y así saber que por lo menos los próximos días sabrás lo que ronda
entre pensamientos de noche, he pensado también en volver a intentar pintarme
la sonrisa frente al espejo que últimamente no ha dejado de opacarse. He tenido
la oportunidad de hablarle a las sombras, abrazarte a mi almohada y soñar con
las ilusiones menos imaginables para despertar con un buen estimulo de
supervivencia en estos meses de silencio.
he querido reír desde hace tiempo
atrás, perderme en el tiempo y quizá dejarlo sanar, y lo voy consiguiendo, pero
de repente algunas cosas te arrastran de nuevo a mi, a la cotidianidad de la
vida, a veces perverso, a veces inquieto, me calló, te reservo y así otro
sentimiento reprimido.
no hay razones para negarlo, como
tampoco las hay para para no olvidarte, me dueles, me dañas, pero al final del
día reconozco que soy yo quien lo provoca, porque nuestra distancia que se abre
paso sin retroceso me dice, que la mejor
manera de resistirlo, es dar el siguiente paso y tomar mi propio camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario